«Esto todavía no lo hemos visto.» ¿Recuerdas cuando ibas a clase y te preguntaban por alguna operación que todavía no habíais trabajado?
– 7×8, ¿cuánto son? 😉
– ¡Uy! Esto todavía no lo hemos dado en clase, vamos por la tabla del 5… 😅
Pues, en realidad, sí que podíamos saberlo. ¡Podíamos deducirlo! Lo que ocurría es que aprendíamos las tablas de multiplicar de forma mecanizada y memorística. Como quien aprende el nombre de los ríos o de los reyes católicos.
No dábamos un paso más allá, no entendíamos, por ejemplo, que la tabla del 4 es el doble que la tabla del 2; o que, si 3×5 es 15, para saber el resultado de 3×6, sólo hace falta sumar 15+3, es decir, 3×6=18. ¡Y es que hay un amplio abanico de estrategias para dar con los resultados de muchas multiplicaciones sencillas!
En Innovamat, promovemos que los alumnos puedan descubrir las estrategias que mejor les sirvan para encontrar el resultado. Por ello dedicamos buena parte del tiempo a construir el conocimiento a través de la manipulación de materiales, la conversación y el descubrimiento. Sólo cuando hayamos construido e institucionalizado los conocimientos pasaremos a su práctica y sistematización.
De esta forma, hemos conseguido que los alumnos conciban las matemáticas como un reto, como un enigma a resolver. Y ahora, en vez de que nos digan: «Esto todavía no lo hemos visto», y aceptarlo, promovemos que su respuesta sea: “Espera, no lo sé, pero si me dejas pensarlo un rato, ¡creo que lo puedo deducir!”
¿Cómo es una semana en el aula de matemáticas con Innovamat?
Como sabéis, Innovamat no es un método. Cada docente organiza y dinamiza la clase de matemáticas como considera oportuno atendiendo a su contexto. Desde Innovamat damos herramientas a los maestros y profesores para que puedan llevar a cabo su tarea: guiar a los alumnos en el aprendizaje y la construcción del conocimiento matemático.
Pero, por ejemplo, si los alumnos realizan 4 horas de matemáticas a la semana, proponemos estructurar las sesiones dedicando la mayor parte del tiempo (3 horas) a la conversación, la experimentación y la representación. Recomendamos dedicar únicamente una hora a la práctica digital, en el caso de primaria y secundaria; y 15 minutos, en el caso de infantil. Fomentamos esta forma de aprender matemáticas porque está enfocada en la deducción, el descubrimiento y el reto que supone la resolución de problemas:
- La conversación, que nos permite crear un ambiente de debate en el aula, donde se presentan y tratan diferentes estrategias y soluciones.
- La experimentación, que nos ayuda a entender de forma vivencial conceptos complejos y a sentar las bases para pasar a la abstracción.
- La representación, mediante los cuadernos de registro, que nos permite practicar los procedimientos una vez ya hemos descubierto los conceptos y asimilarlos.
- La práctica digital, que permite individualizar los ejercicios, adaptándolos al nivel de cada alumno, y ofrece informes de evaluación personalizados, para poder detectar qué puntos es necesario reforzar y cuáles han quedado plenamente alcanzados en la clase.
¿Por qué hacemos práctica digital en el aula?
Desde Innovamat entendemos la práctica digital como una herramienta más para ayudar a fomentar un aprendizaje más individualizado. Uno de nuestros objetivos es que los docentes tengan las herramientas necesarias para poder ofrecer un aprendizaje individualizado a cada uno de sus alumnos y puedan realizar seguimiento de su evolución de manera individualizada.
Con ese fin, proponemos que durante unos minutos a la semana, los alumnos utilicen la app autoadaptativa para poder practicar y sistematizar los contenidos que han aprendido en clase mediante la manipulación, la experimentación y la representación. En función de los resultados que obtenga el alumno en las diferentes actividades, el algoritmo selecciona unos ejercicios u otros, adecuando el nivel automáticamente a la evolución del alumno. Los que llevamos años dedicándonos a la docencia sabemos que es muy difícil conseguir este grado de personalización del aprendizaje. Es muy complicado poder ofrecer actividades individualizadas al nivel de cada alumno si tienes que gestionar un aula con 25 o 30 alumnos, y resulta imposible observar y recoger evidencias sobre cómo hacen las actividades cada uno de los alumnos. Así, cada alumno puede trabajar los conceptos que necesita reforzar, y profundizar sobre aquellos que ya domina. En caso de educación infantil, proponemos que esta práctica tenga una duración de 15 minutos a la semana. Mientras que para Primaria y Secundaria, recomendamos que sea de 45 minutos a la semana.
Además, la práctica digital nos permite recopilar los resultados de cada uno de los estudiantes en informes dirigidos al docente. Así, el maestro o profesor puede ver el progreso de cada alumno casi de forma continuada y detectar qué puntos necesitan refuerzo. Como docentes, esta información es esencial para ver cómo podemos ayudar a nuestros alumnos a construir y aprender los conocimientos matemáticos. Pero no sólo eso, los informes también les permiten tener una foto global de la evolución del aprendizaje de toda la clase.
El docente como guía
El papel del docente es fundamental en el desarrollo de habilidades y el aprendizaje de los alumnos. Los maestros y profesores actúan como guías esenciales a la hora de facilitar la construcción del conocimiento matemático a través de la manipulación, la experimentación y la práctica. La tecnología puede complementar y enriquecer la experiencia de aprendizaje y ayudar al docente en la gestión del aula. Pero en ningún caso reemplazará la labor insustituible de los docentes.
Las matemáticas pueden convertirse en una apasionante aventura. Y los precisamente los maestros y profesores los encargados de despertar la curiosidad por esta materia inspirando y empoderando a los alumnos para que aborden las matemáticas con confianza y entusiasmo.