¿Cómo va el inicio de curso? Nosotros hemos empezado con muchas conexiones, como dice Laura Morera. ¿Quieres saber de qué hablamos? ¡Vamos!
La LOMLOE y las habilidades socioemocionales
Ante todo queremos hablar de la LOMLOE. Uno de los cambios que implica la ley es la implementación de las soft skills o habilidades socioemocionales como eje vertebrador del conocimiento. ¿Cómo podemos trabajarlas?
Hablamos de habilidades como la autonomía, la empatía, la responsabilidad, etc.; una serie de capacidades transversales en el aprendizaje, y presentes en nuestro día a día. Recordemos un poco de qué trataba todo esto en el artículo «Las matemáticas de la LOMLOE y nuestra interpretación».
Como planteamos, mientras que la LOMLOE lo interpreta como un eje (proceso) y un sentido (contenido) adicionales, desde Innovamat apostamos por ir un paso más allá y tratarlos como un requisito indispensable: como el agua en la que nadan nuestros alumnos (¡y docentes!), sin la cual no hay sentidos ni ejes. Creemos que es una tercera capa, independiente de sentidos y ejes, ¡fundamental para cualquier aprendizaje!
Conexiones con el NCTM
¡Pero las conexiones no terminan aquí! Y es que, como sabéis, nosotros también estamos aprendiendo constantemente. Por eso nuestra experta, Laura Morera, se apuntó a un curso del NCTM (National Council of Teachers of Mathematics) llamado Supporting Students’ Productive Struggle , en el que se hablaba sobre cómo fomentar que los alumnos puedan crearse su propia identidad matemática, justamente poniendo mucho énfasis en las habilidades socioemocionales.
Un libro para iniciar el curso
También os traemos una recomendación muy relacionada con las habilidades socioemocionales y los productive struggles del NCTM. Laura Morera nos presenta a Dear math: Why kids hate math and what teachers can do about it, de las autoras Sarah Strong y Gigi Butterfield. Dos maestros y apasionadas de las matemáticas deciden plantear una actividad curiosa a sus alumnos: escribir una carta a las matemáticas. Y desde aquí parte el libro. El objetivo es ver la evolución de los alumnos a lo largo del curso. Es muy interesante (y muy gratificante) ver, o leer, cómo algunos estudiantes que temían las matemáticas han logrado quererlas. Además, las maestras dan consejos para gestionar las inseguridades de los alumnos.
Y nosotros os proponemos: ¿por qué no romper el hielo de este inicio de curso con una actividad como esta? Una actividad que invite a los niños a pensar, a ser reflexivos y críticos consigo mismos y, ¿por qué no?, con las propias matemáticas. Que expresen sus miedos, pero también sus propósitos. Os animamos a pensar una actividad de inicio de curso que potencie las habilidades socioemocionales.
Para terminar, una carta
Uno de nuestros retos de verano, el 7, también planteaba una dinámica muy parecida. En este caso, los niños no reflexionaban al inicio, pero sí al final de los retos. Les propusimos que escribieran una carta a uno de los personajes de las tramas y les hicieran alguna pregunta más personal, que les contaran algún descubrimiento matemático vivido durante el verano y que les dijeran qué quieren aprender este curso en matemáticas.
Estos han sido algunos de los ejemplos que hemos recibido.
Ya veis que son muy completas y que sus autores esperan con ganas las respuestas que nuestros personajes les están preparando.