Después de unas merecidas vacaciones, ¡volvemos a iniciar el curso!
Como docentes, sabemos que los primeros días de clase son de los más importantes y clave para promover un buen ambiente en el aula: empezamos a generar rutinas, a tomar hábitos, a establecer relaciones entre los alumnos y el docente, a conocer las dinámicas que habrá durante el curso, etc. ¡Empezar el curso con motivación e ilusión hará que sea más fácil continuar así!
Esto también es trasladable a las sesiones de matemáticas. Sabemos que los primeros días son una oportunidad muy bonita para coger energía, detectar en qué punto nos encontramos, hacer dinámicas para romper el hielo y fomentar la conversación y la participación en el aula.
Con el objetivo de dar a estos momentos la importancia que se merecen, os proponemos algunas dinámicas geniales (¡no solo de matemáticas!) para que rompáis el hielo en clase. ¡Esperamos que os lo paséis en grande con vuestros alumnos y que hagáis volar la imaginación!
1. Conteo a ciegas
La primera dinámica que os proponemos es una actividad grupal en la que o todo el mundo gana, o todo el mundo pierde.
Todos los jugadores cierran los ojos y, uno a uno —sin planificar nada ni avisarse del orden—, deben contar hasta el número de alumnos que hay en el aula. Por ejemplo, si son 25 alumnos, pues tendrán que contar hasta 25.
Cada jugador solo puede decir un número; es decir, si un alumno ha dicho el 8, no podrá decir el 18. Todo el mundo tiene que participar. La dificultad radica en que un mismo número no lo pueden decir dos personas a la vez y, si ocurre, hay que volver a empezar. Se gana en el momento en el que se llega al último número.
¿Cómo adaptamos la actividad para distintos niveles?
Una versión más sencilla es hacer la dinámica en pequeños grupos, de forma que el rango sea inferior y lo logren antes. Incluso podemos hacer la dinámica con los ojos abiertos y no dejar que se avisen con palabras, pero sí con la mirada.
Y para complicarla, podemos hacer que, en vez de contar de uno en uno hacia delante, lo hagan hacia atrás, o de 2 en 2, o de 5 en 5, etc.
Como veis, es un juego cooperativo donde todos tienen el mismo objetivo. Con esta dinámica practicamos el conteo acústico y aspectos más socioafectivos, como saber escucharse y tener paciencia.
2. El mapa
Para esta dinámica se convertirán en arquitectos e investigadores, y pondrán en práctica contenidos de Espacio y forma, como la orientación, el vocabulario posicional y la medida de distancias, entre otros.
Proponemos al alumnado que se agrupen por parejas y pedimos que un miembro de cada pareja elija un objeto para esconderlo en algún lugar de la clase —podemos hacerlo por turnos para que no vean los escondrijos—.
Decimos al alumno que ha escondido el objeto que dibuje un plano de la clase. Cuantos más conocimientos previos tengan —sobre medidas a escala, vista cenital de los objetos, proporciones correctas entre los objetos, etc.—, más exigentes seremos con el plano. Incluso podemos hacer preguntas del tipo: «¿Qué área tiene la clase?», «¿Cuánta superficie ocupan las mesas?».
Una vez realizado el plano, pedimos al alumno de cada pareja que haya escondido el objeto que dibuje el recorrido exacto que el compañero debe recorrer para encontrarlo. Finalmente, retamos al compañero a encontrar el objeto siguiendo el recorrido del plano. Una vez lo encuentren, invitamos a las parejas a jugar de nuevo intercambiándose los roles.
¿Cómo adaptamos la actividad a distintos niveles?
Para reducir la complejidad de la dinámica, podemos hacer que el compañero que crea las instrucciones acompañe a la pareja en el recorrido.
Y para complicarla, y para trabajar aspectos de programación, podemos hacer que, en vez de dibujar el recorrido, den instrucciones a partir de iconos. Podemos establecer todos juntos los iconos que utilizaremos para descifrar los códigos (por ejemplo, → ← ⇅ ↰ ↱, o combinaciones en bucles de repetición, como ×3 →).
El mapa del tesoro
Para los retos de verano planteamos una propuesta similar. ¡Os animamos a visitarla!
3. Dos verdades y una mentira
Esta dinámica la hemos llevado a cabo muchas veces en sesiones de Laboratorio y Aventuras. Su objetivo es detectar, entre tres afirmaciones, cuál no es cierta, y argumentar el porqué.
A continuación encontraréis un par de ejemplos que aparecen en las guías de la propuesta:
Para adaptar esta actividad al inicio de curso, proponemos que los alumnos escriban tres frases sobre ellos mismos: dos ciertas y una falsa. Las pueden compartir ante la clase o hacerlo por grupos, y el objetivo es que el resto adivine cuál es mentira.
Esta dinámica nos puede ayudar a conocernos mejor, a romper el hielo de forma creativa, y a la vez presentar un tipo de actividad recurrente en Innovamat.
Si queremos, podemos darle una pincelada matemática y añadir condiciones como: «En una frase debe aparecer el 1, en otra el 2, y en otra el 3». E incluso cuando ya conozcan la dinámica, podemos proponerles que hagan frases matemáticas como las de los ejemplos.
4. La fecha
Seguro que, si lo pensáis, recordáis muchas situaciones en el aula donde hayáis jugado con la fecha. Por ejemplo, haciendo preguntas como: «Y mañana, ¿qué día será?». La fecha es un recurso muy interesante para las clases de matemáticas y, por eso, os proponemos un par de juegos muy dinámicos para jugar en el aula.
Para el primer juego, partimos de una pregunta inicial, como por ejemplo: «Si la escuela comienza hoy, ¿en qué día caerá el día 100 de escuela?». Y, a partir de esta, se pueden derivar muchas más: «¿Contamos los fines de semana?», «¿Qué hacemos con los festivos?», «¿Y qué día será dentro de 101 días?», «¿Y dentro de 50?».
Con esta pregunta, aparentemente sencilla, ya veis que se pueden desprender muchos aspectos a trabajar, tanto desde el punto de vista de contenido (sentido numérico), como aspectos más competenciales, como la resolución de problemas a la hora de buscar estrategias para encontrar el resultado.
El segundo juego que os proponemos se lleva a cabo en algunos Calentemos del Laboratorio y trata sobre establecer igualdades entre las cifras de la fecha. Escribimos la fecha del día que sea en la pizarra (dd/mm/aa o dd/mm/aaaa) y proponemos al alumnado que, sin cambiar el orden de los dígitos, establezcan una igualdad entre ellos, tal y como se muestra en los dos ejemplos siguientes:
El inicio de curso es también un muy buen momento para reflexionar y hacernos propósitos. Ser conscientes de los retos que tenemos por delante y plantearnos objetivos nos hace conectar mucho más con el proceso de aprendizaje. Por eso proponemos dos dinámicas más reflexivas y emocionales de cara al curso que empieza.
5. La cesta de los retos del curso
Esta no es una dinámica para trabajar contenido matemático, sino que tiene por objetivo trabajar la autoconciencia y los retos personales.
Proponemos que cada uno escriba en un papel un reto que se plantee, en este caso de cara a las sesiones de matemáticas. Por ejemplo, podrían continuar una frase como: «Este curso, en matemáticas…». Cuando todo el mundo haya escrito sus propósitos, los ponemos en el «cofre» para tenerlos todos juntos. Por último, y de manera totalmente opcional, podemos explicar que a final de curso cada uno abrirá su papelito para ver qué escribieron y reflexionar sobre ello.
6. Una carta a las matemáticas
Por último, os planteamos una dinámica que ya os hemos recomendado en otras ocasiones, pero que consideramos muy completa: escribir una carta a las matemáticas.
Esta dinámica, ideada por dos maestras apasionadas de las matemáticas, Sarah Strong y Gigi Butterfield, consiste en escribir una carta a las matemáticas a inicio de curso y releerla al final. El objetivo es ver la evolución de los alumnos hacia las matemáticas. Es una actividad que los invita a pensar, a ser reflexivos y críticos consigo mismos y, ¿por qué no?, también críticos con las matemáticas. Una dinámica muy versátil para que expresen sus miedos, pero también sus propósitos.
Esperamos que estas dinámicas os puedan ayudar al inicio de curso. ¡Muchos ánimos y a disfrutar del curso y de las matemáticas!